El cielo se vestía de colores al amanecer como al atardecer. Era tiempo de
invierno, sin embargo, el sol reflejaba
sus mejores galas, y Antonieta agradecía
al creador la dicha de poder percibir son sus ojos, y corazón esas
maravillosas escenas de la naturaleza.
Antonieta
era una joven muy sensible e inicialmente quería estudiar Ingeniería Forestal.
Le apasionaba percibir los cambios en las estaciones. Le encantaba apreciar
como en otoño las hojas de los arboles cambiaban, y adquirían diferentes
matices de colores. Era increíble divisar tanta belleza.
Luis
es su mejor amigo. El la acompañaba siempre a todas sus excursiones. A
diferencia de ella, Luis quería estudiar zoología especializado en animales
silvestres presentes en sus propios hábitats.
Antonieta
también le gustaba conocer la vida de los árboles, su taxonomía, crecimiento, y
como protegerlos en el medio natural, y por esta razón decidió estudiar finalmente dendrografía.
Un
buen día mientras Antonieta observaba los árboles, y media el tronco de uno
de ellos, Luis pudo divisar a la lejanía un Zorra con sus crías. El corrió para
verlos con entusiasmo. Fue rápidamente hacia ellos. Quería verlos de cerca.
-Antonieta, Es una Zorra y sus crias- dijo él emocionado.
-tengo miedo! pueden ser agresivos- dijo
ella con inquietud.
-No creo, pero lo mas
aconsejable es que no nos acerquemos mucho. Son Zorros rojos. Son muy bellos.
Quiero tomarles una fotografía con mi movil.
-Son increíbles, y fascinantes-
dijo ella.
La Zorra no le gusto la presencia de ambos. Le disgustaba
los extraňos. Se dirigio a ellos mostrando sus afilados dientes para defender
su territorio, y cuidar a sus crias.
Ellos retrocedieron respetando a las madre de los zorros.
Sin embargo, Luis aprovecho la oportunidad para tomarles unas fotografias.
Queria saber mas acerca de ellos, y su
habitat.
-Yo voy investigar mas la zona. Ví muchas madrigueras de
Liebres icompaňame!- dijo Luis con entusiasmo.
Ella deseaba seguir estudiando los arboles, pero acepto
seguir a su amigo en su excursion
Luis descubrió una madriguera de Conejos. Antonieta
estaba
sorprendida de los hallazgos de
Luis, y como se emocionaba al tomar fotografías de los animales.
Lo importante fue que ambos disfrutaron mucho de la
expedición. A pesar de que tanto Luis como Antonieta tenían intereses
diferentes se complementaban uno al otro. La naturaleza Brinda muchas
bendiciones, y hay que respetarle con respeto, y amor.