sábado, 23 de octubre de 2010

El largo trayecto al hogar de las liebres


Capitulo IX
El largo trayecto al hogar de las liebres


Después de varias horas quedaron totalmente exhaustos. Se quedaron totalmente dormidos a primeras horas de la noche. Se despertaron a primeras horas de la mañana ya repuestos del día anterior.
  -Detrás de esa montaña se encuentran las madrigueras de las liebres. Tenemos  que apurarnos- dijo el castor.
- Yo tengo mucha hambre- dijo Carlos protestando.
- Tienes mucha razón. No hemos comido nada. Cerca de ese riachuelo se encuentran unas ramas, y raíces riquísimas. A mi me fascinan
- Eso suena asqueroso.
- Yo no seria tan ofensivo. Te vas a tener que conformar con cualquier alimento tomando en cuenta tu tamaño- le dijo a Carlos con indignación.
- ¿Qué me sugieres entonces? le respondió Carlos ya impaciente.
Debajo de ese árbol hay unas semillas. Son blandas y muy dulces.
Carlos no lo pensó dos veces, busco las semillas y empezó a comérselas poco a poco.
¡Son deliciosas! ¿Qué son?
-En realidad no sé, se encuentran siempre en estos árboles.
Después de comer bebieron agua del riachuelo y decidieron seguir su trayecto. Cuando llegaron a la montaña decidieron pararse para descansar. Después de reposar media hora siguieron andando.
-Este trayecto es más rápido. Vamos a tomarlo- dijo el Castor.
-¿Estás seguro? Hay muchas piedras, y esta muy oscuro.
- Conozco el camino. No te preocupes.
 Carlos caminaba por detrás del Castor. No se sentía muy confiado.
-Móntate en mi lomo, así llegaremos mas rápido.

Después de mucho andar llegaron al otro lado de la montaña, y allí se encontraban las madrigueras de las liebres.
- Espero que sean amigables- comento Carlos.
- En realidad son muy nerviosas y asustadizas
Carlos se bajo del lomo de su amigo, y entonces se encontraron frente a frente con una liebre  gris.
- Me   llamo  Paletas, y estamos buscando a una pequeña hada- dijo el pequeño Castor.
- Si, ya sabemos de Uds. El gorrión nos aviso que venían en camino. Lucecita se encuentra a salvo en aquella madriguera. Pero Canela es un poco  malhumorado, y se encuentra de mal humor porquen no ha encontrado sus zanahorias favoritas.
- Hemos recorrido un largo viaje. ¿Podrías ayudarnos? dijo Carlos.
- No hay problema. Yo los ayudo, pero tenemos que buscar esas Zanahorias ya que de lo contrario no podremos entrar a su hogar en ninguna forma.

Carlos y el Castor decidieron acompañar  a la liebre. Total, a Carlos solo le interesaba sacar a Lucecita de ese sitio y llevársela consigo.
Continuará…





1 comentario:

  1. Hola Judith, pasé a saludarte y felicitarte por la página, está hermosa!!!!!!
    Congratulations!!!!!!!
    Un beso,

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