sábado, 19 de junio de 2010

Los Knoc



Capitulo II


Carlos se encontraba tan contento con su aventura que no se percató de la presencia de dos cuervos negros que volaban a la distancia. Estas no eran unas aves comunes, eran las despreciables y mal intencionadas Knoc.

Las Knoc les encantaba burlarse de los humanos y hacer su vida miserable produciendo a los pobres humanos todo tipo de Viscitudes.
Los cuervos se hablaban entre ellos en su lenguaje animal por lo que los humanos solo escuchaban sus graznidos
-Mira amigo, un joven humano. Vamos a divertirnos – le dijo el cuervo al otro.
-¿Qué tienes en mente?- dijo el segundo aleteando sus alas.
- Ves esa bolsa. Seguro que esta llena de provisiones, y de alimento. Seria bueno que con el hambre que tenemos tuviéramos un poco de su bolsa- le contestó
-Bueno, vamos al ataque. Ya estoy saboreando el pan y las frutas- dijo uno de los cuervos preparándose para dejar al pobre Carlos sin comida
Y en un instante, sin que Carlos se diese cuenta, los cuervos picotearon hasta romper la bolsa de provisiones, y dejaron al pobre muchacho prácticamente sin ningún alimento. Y no solo se conformaron con dejarlo sin alimento, sino que también lo picotearon por todos los brazos. Carlos no pudo defenderse, el dolor de las picaduras era demasiada. Todo fue tan rápido que a Carlos no le dio tiempo de sacar su escopeta, cuando reaccionó las aves miserables se habían alejado.
Caminando unos metros se sentó en un viejo árbol para reposar del ataque de los cuervos. Tenia ronchas por todas partes. Estaba tan cansado y tan adolorido que se quedo dormido.

Se despertó bien entrada en la tarde. De repente sintió un movimiento en el árbol. El árbol parecía que tuviese vida. Sacudía sus ramas con movimientos espasmódicos.
_ ¿y ahora qué? Se pregunto el Muchacho.
-Oye muchacho, ¿Que haces por estos lados?- le preguntó el Árbol asombrado
Carlos miro el árbol extrañado, y casi se desmaya del susto.
-¿Quién eres? ¿Qué clase de árbol eres? No sabía que los árboles hablasen.
- Soy simplemente un viejo Olmo. Uds. los humanos nunca escuchan. Nosotros también sentimos y nos comunicamos, pero Uds. solo oyen sus voces- Le respondió el Olmo. Veo que estas un poco maltratado. ¿Quién te hizo eso?
_Unos cuervos. Me dejaron sin comida- se quejó Carlos
_ Esos son los Knoc. Por algo los desterró el dragón rojo. Son unos miserables. Hacen unos ruidos infernarles y no me dejan a descansar ni a mis pobres hermanos- dijo el Olmo moviendo sus hojas. Tienes que tener cuidado. Odian a los humanos. Tienes suerte que no te haya dejado ciego, seguro que solo querían tu comida.
-Pero esos desgraciados me dejaron sin comida, solo me queda el agua- se quejo Carlos.
- No te preocupes, a cien metros de distancia hay un cedro gigante. Es el más viejo del bosque. Te dirá en donde podrás adquirir alimento y como sobrevivir en este bosque. Pero te advierto, es muy engañoso. Así que tendrás que ser astuto con el.

Continuará

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