domingo, 9 de enero de 2011

El Delfin Escarlata






Cuenta una antigua leyenda marina que en un cierto tiempo existió un delfín de color escarlata. Sus amigos lo llamaban Candelita porque cada vez que venían las ballenas al arrecife, estas se burlaban de él y como no tenia sentido del humor se volvía cada vez más....más escarlata. Pero, lo que más le dolía a Candelita era que los demás delfines no lo aceptaban por su peculiar color rojo-escarlata, y eran tan odiosos cuando pasaban cerca del arrecife ya que ni siquiera se molestaban en saludarlo.

Sin embargo, Candelita contaba con el cariño y amistad de los otros peces del arrecife.
_No te preocupes Candelita, nosotros te queremos tal como eres. Además nos encanta tu color rojo-escarlata. Es diferente y bastante original. Le decían con cariño sus amigos.
Pero, Candelita a pesar de la amistad y cariño de sus amigos quería la aprobación de los otros delfines ya que había oído decir que con ellos podría viajar a grandes distancias y conocer lugares nunca imaginados.

El caballito de mar que habitaba en el arrecife lo comprendía muy bien y un buen día le dijo:
_ Mira, Candelita, sé que la sirena Hermelinda sabe de grandes hechizos y te puede ayudar, pero ten cuidado ella vive muy lejos de aquí y tú no conoces los peligros que puedes encontrar en el océano.
Sin embargo, Candelita deseaba tanto ser un delfín igual como los demás que decidió buscar a Hermelinda sin importar los peligros que encontrase en el camino.

Después de nadar grandes distancias, se encontró con un extraño pez de color púrpura con franjas anaranjadas.
_Tu no eres de por aquí, nunca te he visto, y que curioso eres, yo nunca había visto un delfín escarlata exclamó el extraño pez.
-Si, más de uno me lo ha dicho ya molesto con el mismo comentario comento el delfín
- Me llamo Púrpura. ¿Y tú? Pregunto el otro.
_Yo me llamo Candelita, por casualidad ¿tu sabes donde vive Hermelinda? Preguntó el delfín.
-Ella vive después de las 4 corrientes, pero ten cuidado en ella viven peces muy feroces Le advirtió Púrpura

¡Que corriente tan fría! Debo estar cerca de las cuatro corrientes, y que peces tan extraños. Indudablemente en el ancho de mar hay todo tipo de peces. Pensaba Candelita.
-¿De donde vienes amigo delfín? Le preguntaron a coro todos los peces.
_ Vengo de muy lejos y estoy en busca de la sirena Hermelinda. Le respondió Candelita.
_ iTen cuidado! Esas son aguas de tiburones. Le respondieron los demás peces.
_ por nadar por esas aguas, un tiburón martillo se ensaño conmigo y al tratar de escapar caí en un coral fuego, y mis pobres espinas se quemaron. Menos mal que mis amigos del arrecife me curaron con unas algas y así sanaron mis lindas espinas dijo un pez globo
_Tendré mucho cuidado amigo, muchas gracias le dijo Candelita despidiéndose.

De repente apareció un enorme tiburón, y ignorando totalmente a Candelita se dirigió a gran velocidad en dirección a un pececito escondido detrás de un coral fuego
-¿ Quién es ese delfín escarlata? y que hace por mis aguas? Tu sabes que no me gustan los intrusos Le dijo con antipatía el tiburón al pobre pececito que estaba muy asustado.

Ante la gran sorpresa de los otros peces, Candelita, que además era un delfín muy valiente, se dirigió rápidamente al tiburón y le dijo:
_ No te da vergüenza, que molestar así a un pequeño pececito
-¿Y quién eres tú para reclamarme? Le replico el tiburón a nuestro amigo.

En ese momento apareció una pequeña medusa y dirigiéndose hacia el tiburón le reclamo.
_Gruñón no seas tan detestable, acuérdate que hicimos un pacto con los delfines. Ellos salvaron a tus hermanos de caer en manos de unas gigantescas ballenas.
-otro Tiburón! y no se ve muy amigable. Mejor me escondo detrás de estas alguitas. Comentó Candelita
_Ni se les ocurra acercarse al delfín, ellos protegen además a las sirenas y Hermelinda se enojaría mucho si le pasase algo a alguna de ellas dijo la medusa a los tiburones.
_ No nos importa, ese delfín proviene del gran arrecife y nuestro hermano el tiburón martillo dice que allí habitan peces muy suculentos. Respondieron ambos tiburones. La medusa sin pensarlo dos veces le toco levemente con sus tentáculos a ambos tiburones y estos gritando de dolor se fueron nadando rápidamente.
_ Mis pobres aletas, mis pobres aletas se quejaban mientras se alejaban.
_ Mejor nos vamos de aquí antes de que esa medusa nos termine de quemar, pero esto nos se va a quedar así, ya sabrán de nosotros dijeron los dos tiburones furiosos.

Mientras tanto Candelita había hecho amistad con una pequeña sirenita.
_ ¿No me digas que tú eres Hermelinda? Preguntaba Candelita.
_ No, riéndose ante la ocurrencia, ella es la reina del arrecife. Allí queda nuestro reino Le dijo la sirenita.
_Hola pequeña, y quién es tu nuevo amiguito? Le pregunto una bella sirena a la sirenita.
_ Se llama Candelita, por cierto ha venido de muy lejos y quiere hablar contigo, HermelindaLe dijo la sirenita.

iY de repente! aparecieron dos grandes tiburones.
_ Les dijimos a ustedes que volveríamos Le dijeron los tiburones.
Candelita que ya estaba ya cansado de esos tiburones se dirigieron directamente a ellos y exclamo:
_ iDejen en paz a estas sirenas que ellas no les han hecho nada! y para sorpresa de este, se volvió cada vez más de un color rojo- escarlata
_Un momento amigos, ese es un delfín escarlata, la última vez que supe de uno de esos, supe que mi amigo, el pez piedra, se enfermó con graves manchas por todo su cuerpo al estar cerca de uno esos delfines. Así que yo me largo dijo un pez gris de largas antenas.
_ Mira, amigo, tienes manchas rojas por todo tu cuerpo_ exclamó uno de los tiburones.
_ Y tu estas de color verde, y me duelen mucho mis aletas, vámonos de aquí, ese delfín es peligroso dijo el otro.

Y fue así como Candelita se dio cuenta que su color rojo-escarlata tenía ciertas ventajas. Hermelinda en agradecimiento por haberla salvado de los tiburones, invitó a Candelita a que se quedase viviendo con ellos. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

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