viernes, 7 de enero de 2011

El Regreso


Capitulo XIII
El Regreso


Carlos lo dejo descansando hasta que se cicatrizaron sus heridas. La batalla ya había terminado. Eran muchas las bajas, y hasta unos de los dragones había sido mal herido.
- Ya me sintió mejor muchacho. Detrás de aquel árbol se encuentra mi caballo, si no es mucho pedir, ¿me podrías llevar hasta allá?- dijo el padre de Lucecita
- Ud no se encuentra en condiciones de cabalgar. Yo mismo lo llevaré a su hogar- le respondió Carlos.
Carlos lo acompañó y lo monto suavemente en el caballo, y con mucho cuidado fue alejándose del funesto campo de batalla. El muchacho le fue cambiando las vendas para mantenerle limpia la herida hasta que llegase a casa.

Les tomo 3 días llegar hasta el castillo. Sus súbditos lo recibieron con los brazos abiertos, aunque ya sabían todo lo que había pasado. Los centauros no habían vuelto, y solo había retornado el dragón escarlata.
Lucecita al verlo mal herido en los brazos de Carlos casi se rompe a llorar.
- No te preocupes lucecita. Solo necesita un poco de reposo-
El padre de Lucecita se recobró rápidamente, pero ya no era el mismo. Daba paseos por el jardín, y perdió el gusto por las armas. Carlos y Lucecita sabían que estaba muy arrepentido de sus acciones, y de cómo había arrastrado a sus Centauros a esa batalla. Lucecita nunca le reclamó nada porque sabía su sentir.
Un día Carlos le comunicó a Lucecita que tenía que volver a su hogar. Sus abuelos dependían mucho de él, y ya se había ausentado mucho de su hogar.
- Te voy extrañar mucho- dijo Lucecita sonrojándose.
Carlos la rodeo con sus brazos y le dijo:
- El destino es impredecible. Nunca se sabe cuales caminos se encontraran en nuestra vida-

Antes de emprender su regreso a su hogar, el rey le regalo una bella espada con una empuñadura azul celeste.
- Sé que esto no corrige el mal trato que te dí, pero es mi forma de dar las gracias. Eres bienvenido de venir cuando quieras- le dijo el Rey afectuosamente.
Carlos se despidió afectuosamente de sus amigos dejando a Lucecita en un mar de melancolía. Sabía en el fondo de su corazón que no era el fin de esta historia ya que al correr de los años se iniciaría otra, y su amiguita se encontraría en su vida. Lucecita también lo comprendió y, se dieron un bello abrazo de despendida.

FIN

1 comentario:

  1. Un lindo final para una bella historia. Ya sé que no tiene mucho que ver, pero conocés la batalla de los centauros, el relieve? Tenemos que ¨charlar¨ al respecto. Para mí, la versión de Miguel Angel es una inspiración.
    Un beso,
    Myriam

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