Nuestra bella Tierra es un ser vivo presente en el
cosmos como todos los demás planetas, galaxias y constelaciones existentes en
el universo. Ella siente la alegría de las aves, la libertad de los delfines,
el valor de las fieras y el amor desinteresado de todas las pequeñas criaturas
del reino animal. Escucha atentamente las plegarias de los grandes cedros
gigantes, el clamor de las flores y pone atención al susurro de los ríos, y al
reclamo de los océanos y mares.
Ella sabe que el camino de la vida es la paz pero
tampoco comprende ¿Por qué los humanos olvidaron convivir en paz? ¿Por qué se
separaron de su verdadera esencia? ¿Por qué se dividieron? ¿Por qué se generó
tanto miedo, y odio en la humanidad si su entorno recibe tantas bendiciones?
¿Cuál es la necesidad de competir y ser unos mejores que otros? ¿Por qué se
olvidaron de escucharse ellos mismos?
Ella le ha brindado tantos regalos a la humanidad,
y ya está cansada. Tanto ruido, y odio le duele por eso vibran sus entrañas,
los volcanes erupcionan, los terremotos y maremotos surgen y los diluvios
aparecen. Sin embargo le está dando una nueva oportunidad a la humanidad. Ella
les está hablando. Les está comunicando su dolor. La humanidad tiene que
cambiar.
Todos son sus hijos. Nunca se ha olvidado de
bendecir a ninguno, pero el hombre se olvidó de escuchar a su corazón y
descubrir su paz interior para ayudar a otros. Y todo ello le ha hecho tanto
daño porque la humanidad es parte de su esencia.
Ahora es diferente. Tienen que escuchar como late
su corazón. ¿Tendrán la capacidad de escucharla? O ¿Serán algunos pocos? La
humanidad hace tanto ruido que no
escucha la voz del universo, el lenguaje del viento, los sonidos luminosos como
la aparición de un bello Arcoíris, y el misterio significado de los eclipses.
Solo los niños son sensibles a ellos, pero lamentablemente lo olvidan a medida
crecen.
Todo esto lo pensaba nuestro querido planeta azul.
La amable Luna no sabía cómo consolarla, y el catire que le brindaba su luz no
sabía qué hacer.
-Dales una oportunidad a tus hijos. Los humanos no
comprenden todavía, pero entenderán- le decía Catire
-Es cierto. Desde que me colonizaron, y me
visitaron buscan más allá de las fronteras- dijo Blanquita
-Escuche que quieren conquistar a Marte- dijo
tristemente el Catire.
-Es absurdo. Como van a conquistar otro planeta si
ni siquiera quieren el suyo, y tampoco se aman a ellos mismos- dijo Blanquita más
severa.
-Habrá que brindarles unas señales- dijo el Catire
pensativo.
-Más señales. Ya me he comunicado mucho con ellos,
y me escuchan – dijo tristemente.
-Podríamos hablar con Luz Plateada- dijo El Catire
-Ese cometa es muy temperamental- dijo Blanquita.
-Hay que ayudarlos- dijo el catire quien amaba
profundamente a su querido planeta azul
Luz Plateada se encontraba de viaje, paseando por
la cercanía de otros planetas, y escucho el susurro de Blanquita y Catire, y decidió
visitarlos y pasar cerca de ellos.
Luz Plateaba estaba más guapa que nunca. Se había vestido con un traje luz
escarchado formado con la luz de varias estrellas, y estaba deseosa de
mostrarse cerca del planeta azul.
Pasaron meses hasta que Catire la diviso.
-Mira quien viene a visitarnos- dijo gentilmente
Catire.
-Es Luz Plateada, y esta bellísima. ¿Qué dirán los
humanos cuando la vean?- dijo Catire un poco celoso.
-Algunos se asustaran, otros admiraran su belleza-
dijo Blanquita.
-Pasaré cerca del Mar Atlántico- dijo Luz
Planteada
-Te deseamos suerte- dijo Blanquita muy dudosa de
que surgiera algún cambio en la humanidad.
Cuando las grandes naciones se percataron de la
cercanía del cometa se organizaron todos los países para grabar su presencia en
el firmamento. No contaban con algo esencial. Su presencia iba dañar todo el
sistema electrónico construido por el hombre, y poco podrían hacer porque no
tenían tecnología avanzada para sobrevivir a la energía luminosa del cometa.
Luz Plateada cambio de planes. Les dejaría un
mensaje. Dio una vuelta por el planeta Azul y se despidió como vino. Durante su trayecto se derrumbó todo el
sistema electrónico, y las redes tecnológicas. La electricidad desapareció incluyendo todas
las redes telefónicas y de Internet. Ahora recapacitarían. Por lo menos eso
pensaba Luz Plateada.
Fueron días oscuros para nuestro planeta. La
humanidad no sabía qué hacer. Habían dependido tanto de la tecnología y habían
perdido la conexión con los demás, pero
después de las dificultades surgió la esperanza porque eso si tiene la
humanidad es luchadora y capaz de realizar grandes cambios en las adversidades.
Comprendieron con el tiempo que estaban muy equivocados, y tendrían que
ayudarse unos a otros. Gradualmente aprendieron a sembrar, y compartir la
cosecha. Al principio fue muy duro porque el egoísmo estaba presente en muchos
corazones, pero el tiempo es una bendición. Y el hombre aprende a través de las
circunstancias adversas.
Nuestro querido planeta azul se dio cuenta que
venían tiempos difíciles para la humanidad así que los bendijo con lluvia, y
tierra fértil, y en todos aquellos lugares cubiertos de desiertos, surgió
vegetación. Esas tierras se cubrieron de
lagos, y valles propicia para ser
sembrada porque así era nuestra Madre, amorosa, y nunca olvidaba a sus hijos.
Se eliminaron las naciones y el planeta funciono
como una unidad, y aprendieron a respetar las diferencias y a convivir en paz
porque el camino a la paz es la convivencia, y en ocasiones las grandes
tribulaciones son las que contribuyen a surgir nuestra verdadera esencia y
humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario