CAPITULO IV
LA ORGANIZACIÓN
DE LOS CLUBES
Todo el mundo tuvo algo que decir de la Fiesta.
Todos los muchachos fueron. Pedro trajo unas galletas con chispitas de
chocolate y María hizo una torta de fresas con merengue. María ambiento el
jardín globos y guirnaldas que ella misma había diseñado. Las guirnaldas eran
preciosas. Eran de palomas de diversos colores y dieron gran alegría al jardín
Los muchachos planificaron juegos divertidos con
pelotas, con música, y de pintura con premiaciones. Eso sí, desde el principio
les dijeron que no trajeran nada de Tecnología ni tabletas ni celulares. No
querían niños zombis en la fiesta. A muchos no les gustó la idea, y sin embargo
al darse cuenta de lo divertido que iba ser todo lo dejaron en casa.
Después de que se comieron la torta, y bebida, María
se reunió con ellos con el fin de
brindarles la información acerca de los clubes y su ubicación en el
Centro Comunitario. Hubo mucha algarabía ya que todo el mundo quería anotarse.
Todos eran diferentes, y tenían tantos intereses como ganas de involucrarse.
Todo salió mejor de lo que se había imaginado. Ya
se habían puesto de acuerdo como iban a organizar los espacios, y como
ambientarlos. Todos irían el próximo sábado.
El señor Luis los recibió con gran entusiasmo el sábado.
Ese día no habían recibido a nadie ya que su esposa le había mandado reposo por
el embarazo ya que el mismo resulto ser de alto riesgo.
-Hola muchachos. Ya María me había avisado que
vendrían. - dijo abriendo gentilmente la puerta guiándoles donde se encontraban
los espacios.
Todos estaban felices, y empezaron hacer planes
-Aquí podemos hacer el de Astronomía. Podemos
pintar la Pared y ubicar unos móviles en
el techo-
-Este espacio servirá para realizar actividades
artísticas y de letras. Tiene la ventaja que tiene un pizarrón- dijo Clara,
quien le gustaba las letras
-Aquí podemos hacer uno de Ecología. En ese
espacio podemos poner unas plantas- dijo
Pedro
-Tengo un terreno en el cual pueden realizar un
pequeño huerto- dijo el Señor Luis
-Fantástico. Tendremos bastante trabajo pero será
divertido- dijo Pedro ya emocionado en todo lo que inventaría.
El señor Luis estaba muy contento, pero también
pensó en el costo de los gastos de los materiales. María adivino lo que estaba
pensando, y no dudo en calmarlo.
-No te preocupes. Nosotros corremos con los
gastos- dijo María.
El sábado los muchachos pusieron mano a la obra. Pintaron las paredes,
ubicaron móviles en los techos y cada centro tenía su propia cartelera. Ese día
trabajaron hasta tarde. María hizo unos ricos pasa palos para la merienda, y
compartieron con gran alegría después de terminar el arduo trabajo. Por
supuesto invitaron al señor Luis.
-Estoy impresionado le lo bello que les ha
quedado. ¡Felicitaciones! ¿Cuándo empiezan?-
-Vendremos todos los Sábados. Nosotros vamos a
regar la voz con los vecinos para que traigan a sus hijos-dijo María
-Bueno, los espero- dijo el Señor Luis esperando
que los días transcurrieran rápido.
Los muchachos estaban agotados, y se fueron
directamente a sus casas, había sido un día arduo.
El Centro comunal se había llenado de niños de
todas las edades, todos estaban encantados. Habían decidido dar una bienvenida
a los estudiantes, y esto los motivo para seguir viniendo.
Pedro construyo un precioso Huerto, y les enseño
como sembrar las plantas por asociación
de cultivo y como cuidar de que no aparecieran tantas plagas y a utilizar
funguicidas ecológicos.
María les enseñó todo lo que sabía acerca de la Astronomía y les propuso que podrían traer
sus tabletas para visualizar los mapas estelares y les enseño en como
visualizar las estrellas y sus respectivas constelaciones. El reto mayor fue en construir un Telescopio
entre todos. Cada uno aporto algo, y aquel que carecía de los recursos buscaba
los materiales para fabricarlo posteriormente en el salón. María propuso ir a
un centro de Astronomía que quedaba a dos horas de la ciudad pero necesitarían
ir con sus padres, lo cual no fue tan difícil ya que los chicos tenían un poder
de convencimiento muy grande y sus padres al final los acompañaron.
Clara hizo un concurso de cuentos con temas ecológicos
que involucraran valores de cuidado ambiental. Los participantes estaban tan
emocionados que se esmeraron no solo en escribir sus historias sino diseñaron
las ilustraciones con diferentes técnicas de dibujo y algunos usaron material
de desuso.
Susana era la artista del salón. Les enseñó las
técnicas básicas de pintura, pero al final lo que importaba era lo que ellos
transmitir ya que la pintura es un espejo del alma.
Fue realmente todo un éxito. Cada vez había más niños inscritos, y más trabajo porque
tenían que atender a todos.
El señor Luis siempre pasaba por los salones
supervisando en cómo se desarrollaba todo. Al principio estaba muy vigilante
porque temía que pasase algo ya que eran
niños y muy bulliciosos, pero los muchachos lo tenían todo controlado, y estaba
realmente impresionado en cómo habían organizado las actividades y en como motivar a los más pequeños. Además estaba muy
contento, Pedro había construido un huerto muy fértil. Había variedad de
hortalizas e inclusive algunas flores, y todas estaban muy sanas
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