miércoles, 31 de marzo de 2010

El Cometa



Capitulo IV

El Cometa

Me encontré con Miguel esa noche en la pirámide del sol radiante. A medida que subíamos las escaleras de la pirámide, él me iba relatando muy emocionado la llegada del cometa a Atlántida.

-Orión, te digo que si mis cálculos no son errados, el cometa debe aparecer en cualquier momento. Lo he calculado muy bien con mi compás- me dijo explicándome todos los detalles.

- Me parece bien. Acuérdate que son muchos peldaños, debemos apresurarnos para llegar a la cúspide- le dije yo con paciencia.

En realidad en el fondo estaba muy preocupado. Sabía que en la pirámide vivía Centella, un hombre muy malhumorado y de muy mal aspecto. Era de baja estatura, moreno, con una cicatriz que le atravesaba el rostro. Yo le tenía mucho miedo. Era el maestro de la escuela, y trataba muy mal a los alumnos. Tenía un bastón con el cual golpeaba a mis compañeros cuando no se aprendían los teoremas matemáticos. Miguel era un año más que yo así que tenia la fortuna de no tropezarse con el. Dicen que la cicatriz que tenia en el rostro fue en un pleito que tuvo con Luna. Nuestro sacerdote era un hombre muy justo, generoso y sereno. Fue tal la magnitud del altercado que Luna lo marco con una lanza recién sacada de brasas, así que le marco la cara en rojo vivo. Y desde ese momento, pagaba su rabia con los pobres niños de la escuela.

Luna también dormía en uno de los dormitorios, pero Centella tenia un sueňo mas ligero, así que le sugerí a Miguel sin darle muchos detalles que fuéramos muy cuidadosos.

-Al fin llegamos. Esa escalinata me dejo exhausto- dijo Miguel con sudor en la frente.

Yo miraba a todos los lados, vigilando bien las puertas.

-¿Qué te pasa? Estas muy nervioso.- Me pregunto Miguel

- ¡No, nada! Solo hay que estar pendiente de las puertas. Allí vive Luna y Centella.

-Pero, si Luna es un pan. Nunca nos haría daño. Solo nos daría una buena reprimenda.

- Si, pero acuérdate de Centella- le dije con temor.

- Ese no es más que un viejo malhumorado- me dijo con tranquilidad Miguel

Al principio, Miguel se dedico a observar con gran placer las estrellas. Como lo estaba disfrutando. No me había dado cuenta como se divertía Miguel con el Cosmos

-¡Mira! Allí viene el cometa. Voy a graduar muy bien el acerca-estrellas. Es grandísimo, y que cola tiene-

-¡déjame ver! Es grandísimo. Va destruir la ciudad. Le dije con alarma

-No seas tonto. El cometa no va tocar la tierra. Ellos generalmente se desvían- me dijo con tranquilidad. Voy anotarlo todo en este cuaderno de apuntes. Pueden pasar años, e inclusive siglos y no aparecen otra vez.-

Realmente era todo un espectáculo observar todo el cielo estrellado con la llegada de ese cuerpo luminoso. Estuvimos media hora observándolo. Era hipnotizante.

-ahora, ¡vámonos! Se hace tarde le dije a Miguel

-déjame recoger el acerca-estrellas y esta base. Es un poco pesado- me contesto tranquilidad

Fuimos bajando la escalinata poco a poco, y de repente se sintió el ruido de un abrir y cerrar de una puerta.

-¿que pasa? – pregunte con nerviosismo

Y allí estaba, una sombra que se dirigía directamente hacia nosotros. Era nada mas ni nada menos que Centella.

-¿Que hacen Uds. por aquí? Es casi media noche. Y además tienes un acerca-estrellas. ¿De dónde lo sacaron? – preguntaba

- ¡Ten cuidado con él! Es traicionero! Le dije a mi amigo.

-Cuando los atrape, los voy a meter en el cuarto oscuro de los castigos, y pagaran su osadía – dijo a regañadientes.

_ ¡Corre, Miguel! Llévate el acerca-estrellas. Se encuentra muy cerca.

Centella venia a gran velocidad y me agarro con fuerza el brazo.

-Ahora se te quitaran las ganas de haber infringido la ley del Dios Solaris me dijo con rabia.

- No te preocupes por mí. ¡Corre!- le dije a mi amigo a gritos.

Miguel estaba desconcertado. Todo había ocurrido tan rápido.

-Lo importante es que no tenga en sus manos el acerca- estrellas. Tal vez Luna tenga piedad de nosotros le dije en un susurro.

Miguel bajo a gran velocidad por el otro lado de la Pirámide. Sabía que su amigo tenía razón. Si lo atrapaban a los dos, el castigo podía ser mayor. Ya se le ocurriría algo para rescatarlo.

Continuará…….



2 comentarios:

  1. Hola Judith: me encanta tu blog. Es maravilloso y ya me he hecho seguidora.
    Ya sabía que escribes maravillosamente, pero este blog está lleno de magia. Es absolutamente precioso.
    Muchas gracias por haberlo creado.
    Jaime también te da las gracias por todo.
    Arwen.

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  2. gracias amiga. Siempre es muy lindo todo lo que dices.

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